Ya de por sí que cualquier persona sea acusada de ejercer violencia sobre un niño, sea cual fuera el parentesco que tuviera, causa estupor. En el caso de lo que enfrenta Miguel Borja, el delantero colombiano de River Plate, se le añade una importante dosis de sorpresa, basada en el habitual comportamiento que "Colibrí" muestra en cada partido: siempre que entra a la cancha se arrodilla y se persigna. Debajo de las camisetas lleva remeras con inscripciones que hacen referencia a su fe en Dios. Por eso la noticia que dio a conocer el periodista Pampa Mónaco en su cuenta de X (ex Twitter) según la cual, pesaría sobre el futbolista una denuncia por maltrato hacia sus hijos impacta. Por ser menores no se brindaron sus nombres ni se muestran imágenes.

"La directora del colegio donde asisten los hijos del jugador de River Plate Miguel Borja denunció a la policía que los chicos, de 7 y 10 años, sufren maltrato físico por parte de su progenitor", dice el tuit.